domingo, 26 de mayo de 2013

¡Buen viaje!


El que quiera baje a hacer una parada en el camino, a veces, es bueno darse cuenta, desde el sitio, del pasar de la vida; al menos, en la espera de coger la prisa siguiente. Mientras tanto, con la mirada abierta alrededor pero atrancada a los prejuicios..., ¿qué vemos? A mí me ayuda a hacerlo cuando estoy encima de un monte, al borde de un barranco, llegando a una isla conocida o al escuchar como se descascarillan las olas.
Entonces, casi sin esfuerzo, doy un plumazo de imaginación para quitar lo añadido a los paisajes; y me quedo con los matos y sus verdes, lo ensordecedor de la claridad en la noche o el matiz siempre cambiante que dan estaciones y momentos a la luz del cielo o, escuetamente, con un préstamo de mar. 


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